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Resumió lo que actuaron Bilardo, Ruggeri y Mancuso en los medios. La utópica vuelta de Maradona.  

En este conventillo nacional hay lugar para todos. Para un técnico que tilda de “traidor” al mánager ante la opinión pública y sufre por los rincones pidiendo una nueva oportunidad. Para este mánager que tuvo que salir a apagar el incendio que le provocó esa bomba dialéctica y pone a ese mismo técnico en una lista de potenciales candidatos. Para un ayudante de campo que despotricó contra ese mánager al que ahora pondera para que reconsideren a su amigo. Para un ex campeón del mundo que quiso ser ayudante de campo y todavía sangra por la herida mundialista. Para un presidente que ve como todo pasa a su alrededor y nada queda en esta Selección Argentina que supo ganarse un estatus de primer nivel a lo largo de su historia y ahora parece de segunda.

No se habla de proyecto.

Lo que todavía se oye alrededor del predio de Ezeiza son los coletazos del despido de Maradona. O la no renovación de su contrato, como lo ve el mandamás de la AFA. Por eso ayer, Grondona describió el escenario en el que está plantada la Selección con el título de un popular sainete: “Esto es el Conventillo de la Paloma”, l e dijo a Diario Show cuando supo que Oscar Ruggeri había dicho: “Después del partido con Alemania, lo primero que le dijo Grondona a Diego fue que me iban a dar un tiro en las piernas. No le habló ni de los 7 que tenía que sacar ni de otra cosa. Tengo que estar contento porque no me mataron. En el país hay democracia, pero en el fútbol, no”.

Rápidamente, el Jefe de Viamonte aclaró: “Fue en una forma de decir, algo como ‘si seguís haciendo quilombo, te van a meter un tiro en las patas’ ¿Tanto lío es? De esa conversación mejor no hablo porque después sacan el nombre de hasta mi mamá muerta. Me pudren a mí, a mi familia”. Estas polémicas declaraciones de Ruggeri, panelista de El Show del Fútbol, envío de América , se dieron en el medio de una charla en la que también apareció Alejandro Mancuso. Se escuchó en la madrugada de ayer, justamente, que la cuestionada mano derecha de Diego elogió a Carlos Bilardo.

¿Cómo? ¿No era un traidor el Narigón ? “Se lo ha consultado y él ha ofrecido siempre su ayuda, además de haber compartido partidos y videos.

Bilardo hizo un gran trabajo, y la relación fue excelente , aunque Diego piensa que si nos fuimos nosotros, él también debería irse”, aseguró Mancuso en el mismo programa en el que opina Ruggeri, el ayudante virtual de Diego, el que siempre estaba en la concentración de Pretoria y tanto irritaba a Grondona. ¿Por qué Mancuso no fue tan duro como los otros dos colaboradores de Diego? ¿No era cierto, entonces, que el Doctor trabajaba entre las sombras para echar a Maradona? ¿Para qué lo llamó por teléfono el domingo a la tarde? La respuesta, según confiaron allegados a los dos protagonistas, es que Mancuso ofreció dar un paso al costado y pidió una nueva posibilidad para su amigo que, cuentan en su entorno, “está destrozado” . El operativo retorno se puso rápidamente en marcha, como para llegar a la Segunda Selección “Le cayó la ficha de que perdió la posibilidad de su vida” , le contó un amigo del DT a Clarín . Por eso Mancuso marcó el celular de Bilardo el domingo, incluso a pesar de que todavía se escuchaba el eco de las voces de Héctor Enrique y Fernando Signorini, apuntándole al manager antes del discurso que la cabeza del cuerpo técnico leyó en el restorán El Mangrullo de Ezeiza. Por eso, aunque parezca tragicómico, Mancuso dijo en la madrugada de ayer que el de Bilardo había sido un gran trabajo.

Se entiende, entonces, que el propio Doctor haya dicho que no le cerraba las puertas a Maradona, tal cual publicó este diario en su edición de ayer. Aunque, cerca del entrenador campeón del mundo en México ‘86, aseguraron que lo hizo por una cuestión de protocolo: “Quedaba feo decir que la Selección está abierta para todos menos para uno ”.

Hay otra razón.

El Gobierno no quiere más ruidos entre Bilardo y Maradona. En especial, en estos momentos en los que el ojo está puesto en Argentina, porque aquí se celebra la Cumbre de Unasur. No pedirá la continuidad de Diego, pero sí un poco de decoro.

A esta altura, ya parece imposible. El sainete, este conventillo en el que se metió la Selección, no tiene epílogo. Con Maradona adentro, como sueñan algunos utópicos, o definitivamente afuera, como marca la realidad.