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Los presidentes de EE.UU. y Rusia tuvieron un almuerzo distendido en una cadena de comidas rápidas en Arlington; antes, el mandatario norteamericano dijo que su par ruso era un socio "sólido y fiable"

ARLINGTON, EE.UU.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su homólogo ruso, Dimitri Medvedev, se regalaron una pausa entre tanta reunión política para almorzar en un restaurante de hamburguesas al sur de Washington. Obama y Medvedev, que pasan gran parte de esta jornada en reuniones bilaterales centradas en economía, se subieron a la misma limusina en la Casa Blanca en dirección al vecino Arlington, en Virginia. Los mandatarios entraron al restaurante "Ray´s Hell Burger", especialista en hamburguesas y churrascos, se sentaron en una mesa pequeña, ordenaron hamburguesas con queso y compartieron una porción de papas fritas, según los periodistas que siguieron el itinerario de los mandatarios. Un rato antes, Obama había calificado a Medvedev como un socio "sólido y fiable", aunque dijo que persisten algunas divergencias entre ambos países, especialmente sobre el tema de Georgia. Al término de una reunión en la Casa Blanca, Obama declaró: "Nosotros nos escuchamos mutuamente y hablamos con franqueza". Las relaciones entre ambos países se habían deteriorado tras la invasión de Georgia por Rusia en 2008. El presidente de Estados Unidos anunció que aceleraría el diálogo sobre el ingreso de Moscú a la Organización Mundial de Comercio (OMC) y agregó que "Rusia pertenece a la OMC". Obama agradeció a su huésped en la Casa Blanca por ayudarlo a resolver la disputa sobre las exportaciones de pollos estadounidenses a Rusia y le dijo que daría instrucciones a sus negociadores para que aceleren el paso de las negociaciones para el ingreso de Moscú a la OMC. Rusia no ha dejado de expresar durante los últimos años su escepticismo acerca de que Estados Unidos fuera a derogar una ley que impone restricciones al comercio con Rusia, que data de la Guerra Fría.