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Pese a los resultados finales, los jefes del cabo fallecido aseguran que se actuó con normalidad y bajo las reglas en el entrenamiento y que Ojeda nunca recibió la orden de subir al camión. Aunque ambos comisarios estaban presentes, tampoco interrumpieron el ejercicio.

A casi cinco días de ocurrido el malogrado simulacro, que le costara la vida a un cabo de la Policía provincial, el ministro Valdés recorrió las instalaciones del cuartel de Bomberos del Aeropuerto y respaldó la investigación que se lleva adelante ordenando que se llegue hasta el fondo de la cuestión. Mientras tanto, los jefes del funcionario fallecido dijeron que nadie le dio la orden de subir al techo de la unidad, aunque evidentemente tampoco le ordenaron bajarse antes de que arranque el ejercicio.
El ministro de Gobierno, Gustavo Valdés, recorrió ayer por la mañana las instalaciones del Cuartel III de Bomberos ubicado en el aeropuerto “Fernando Piragine Niveyro”, donde se reunió con los jefes de aquel cuerpo, comisario Félix Cemborain, el responsable del Cuartel III comisario Orlando Gómez y el subcomisario Oscar Barrientos, además de algunos de sus oficiales, para tratar de clarificar lo que aconteció la tarde del sábado en el malogrado simulacro de desastre aéreo donde perdió la vida el cabo primero Daniel Ojeda (30).
Tanto Gómez como Barrientos desmintieron que haya existido una orden de que el personal vaya trepando a las autobombas, lo cierto es que allí se encontraban al menos cuatro bomberos, uno de ellos fue Ojeda, quien finalmente falleció tras caer al piso.
El subcomisario Barrientos, uno de los acusados de encerrar a toda su tropa dentro de la cocina y bajar la versión que debería salir para los medios y los funcionarios, dijo que “no es cierto que las autobombas hayan tenido inconvenientes, ya que tenemos las más modernas del cuerpo de bomberos en la provincia y que fueron compradas en el año 2005”, explicó el funcionario.
Más adelante el mismo Barrientos dijo: “En este tipo de actividad la adrenalina se apodera del personal, que a cualquier precio busca cumplir con los objetivos del simulacro”.
Pese al resultado final y los testimonios de los subalternos, Barrientos sostiene que “la organización estuvo en los marcos de la normalidad, aunque la desgracia se hizo presente”.
En tanto, Valdés ordenó que se realicen las diligencias correspondientes a fin de determinar o deslindar responsabilidades respecto de este hecho. El Ministro recorrió el cuartel y pidió un pormenorizado informe acerca de las cuestiones más urgentes, entre ellos trajes antiflama para el personal. “Tenemos un trabajo importante por hacer, porque durante los últimos años se echaron al olvido a todas las divisiones de la Policía. Ahora tenemos la tarea de comenzar a revertir esta situación, actualizando y agregando equipamiento porque la seguridad es fundamental para la provincia”, sostuvo Valdés.