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Le provocaron varias heridas cortantes en su espalda, pero no llegaron a ser puñaladas. Efectivos de la comisaría Terminal le prestaron auxilio pero no hay detenidos. Vecinos denuncian reiterados hechos y temor por la violencia extrema de los delincuentes.

Un hombre sufrió varias heridas cortantes en su espalda y debió ser asistido por la Policía, luego de ser brutalmente atacado por una patota, cuando se resistió a que le robaran su bicicleta y otras pertenencias, informó ayer la Policía.
El ataque, que tuvo como víctima a Roberto Isaac Meza (38), sucedió alrededor de las 4 de la madrugada de ayer, en una calle de tierra que cruza por la parte posterior de la terminal de ómnibus de la capital correntina. Según fuentes oficiales, Meza venía a bordo de su bicicleta cuando fue interceptado por al menos seis sujetos desconocidos quienes, a punta de cuchillos y palos, lo obligaron a frenar y bajarse de su bici. Una vez demorado por sus asaltantes, Meza intentó resistirse al robo, pero la reacción violenta por parte de los marginales no se hizo esperar y varios de ellos lo atacaron a cuchillazos, provocándole varias heridas cortantes por la espalda.
“No lo apuñalaron de milagro, pero le provocaron varias heridas cortantes, profundas que inmediatamente lo hicieron desistir de su resistencia”, indicó anoche una alta fuente oficial.
Al menos cinco fueron las heridas constatadas por los médicos que pudieron atender a la víctima tras el ataque.
Los primeros en llegar al lugar fueron efectivos de la comisaría Terminal, quienes le brindaron auxilio al hombre, para luego darle espacio jurisdiccional a los policías de la comisaría Octava.
Según la denuncia formulada por Meza, los delincuentes le sustrajeron su bicicleta, un teléfono celular que llevaba consigo y un par de zapatillas que traía colocadas y luego huyeron velozmente hacia el interior del barrio Ongay, de donde los investigadores sospechan que son oriundos todos ellos. Con los datos obtenidos por la víctima, los policías trabajan para determinar la identidad de los responsables que todavía no fueron capturados.

Una zona peligrosa
A nadie escapa el gran bache que representa para la seguridad de la ciudad los desmanes que provocan los grupos antagónicos que acechan al barrio Ongay, Paloma de la Paz y otros que se encuentran cerca de la terminal de ómnibus.
Sólo basta con recordar las decenas de hechos de violaciones denunciadas en la zona, de arrebatos y hasta de homicidio.
Cabe señalar que a pocos metros de donde hirieron a Meza, asesinaron de un disparo con un “reventador” al colectivero Catay, cuando se dirigía hacia la empresa de transporte urbano donde trabajaba.
El lugar, tal como lo describen los vecinos, es una “gran boca de lobo” por las noches y esto, pese al paso de los años y decenas de proyectos infructuosos, nadie puedo revertirlo.