• Fotos

Imprimir el articulo Enviar Nota a un amigo

Los dos participaron de un partido de fútbol que originó el grave enfrentamiento que incluyó a otros 20 jóvenes internos. El más grave sufrió una lesión de arma blanca en la tetilla derecha y un corte en la cabeza. El otro fue duramente golpeado durante la riña.

Un partido de fútbol entre internos de la Unidad Penal 6, ubicada en San Cayetano, fue el detonante de una trifulca de proporciones que dejó como saldo a dos internos heridos de diversa consideración.
La información brindada por fuentes oficiales da cuenta que el incidente ocurrió cerca de las 12 de ayer, luego de que los internos del área de “menores adultos” realizaran actividades deportivas de recreación dentro del predio de la cárcel, situada en la localidad distante a 13 kilómetros de la capital correntina.
Según los voceros, en horas de la mañana, dos equipos disputaron un partido de fútbol en el cual, por los roces del juego, se crearon diferencias entre ambos bandos.
Cuando parecía que todo transcurrió con tranquilidad y sería como un día más, luego del encuentro comenzaron los reproches de parte de los dos equipos.
Lo cierto es que, en pocos minutos, se pasaron de los insultos a las agresiones físicas, involucrando a los 22 internos que jugaron.
Debido a las dimensiones de la escaramuza, debieron actuar los agentes de la fuerza para separar a las partes y, producto de los fuertes embates de ambos lados, dos jóvenes resultaron seriamente heridos y debieron ser llevados de urgencia hasta el Hospital Escuela.
Tal fue la urgencia, que los trasladaron en un móvil del Servicio Penitenciario (SP).
A poco de ingresar al centro asistencial recibieron las primeras curaciones y se los identificó como Abelino Rivero, de 19 años, y Jeremías Lencinas, de 20. Los dos entraron en estado de semiconciencia, producto de las violentas agresiones.
El primero, el caso más grave, presentaba “un profundo corte en el cuero cabelludo, además de un puntazo a la altura de la tetilla derecha”.
En tanto, el otro reo, sufrió duros golpes de puño y patadas en distintos lugares de su cuerpo.
Los dos permanecieron en observación hasta cerca de las 16, momento en que se dictó su alta médica y fueron nuevamente llevados a la prisión. Una vez allí fueron alojados en celdas individuales para evitar futuros conflictos entre ellos y con el resto de la población carcelaria.

Por otra parte, de los restantes 20 “jugadores”, casi todos sufrieron diversos golpes, aunque como ninguno revestía gravedad fueron atendidos en la zona de enfermería del penal.
Las mismas fuentes explicaron que todos los involucrados conviven en un pabellón de mínima seguridad y sus edades rondan entre los 18 y 20 años.
Luego de la pelea se ordenó una profunda requisa en el lugar de alojamiento, dispositivo que permitió encontrar, escondidos en diversos lugares, ocho puntas de fabricación casera.
“Estos elementos los elaboran con hierros y alambres, y uno de ellos fue utilizado en la agresión que sufrió Rivero”, precisaron. A estas armas blancas les colocan una empuñadura usando hilos o telas, a fin de evitar autolesiones.
Además, hallaron otros cuatro objetos utilizados como armas, los cuales se fabrican utilizando hojitas de afeitar y tubos de biromes.

Los voceros del Servicio Penitenciario contaron que los muchachos involucrados en el violento hecho de ayer son “los más revoltosos”.
“Están en una edad conflictiva en la cual no acatan órdenes y se revelan. Además, no respetan las normas de convivencia y eso genera roces con los efectivos”, confiaron.