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Un atacante suicida con explosivos adheridos al cuerpo se inmoló afuera de una fábrica textil donde una multitud intentaba asistir a las víctimas del estallido previo de dos coches bomba, en el peor de una serie de atentados que mataron el lunes a por lo menos 75 personas en Irak, el día más mortal en lo que va del año.

Por lo menos 40 personas fallecieron y 135 resultaron heridas en los tres atentados explosivos en Hilá, capital provincial de Babil, 95 kilómetros (60 millas) al sur de Bagdad, informó el mayor Muthana Jalid, un vocero policial en la provincia de Babil. Jalid dijo que 135 personas resultaron heridas en los tres atentados.  Zuhair al Khafaji, director del hospital general de al-Hillah, confirmó la cifra de víctimas. Los atentados explosivos en Hilá fueron parte de las acciones de violencia más recientes de una serie de explosiones mortales y tiroteos en Bagdad y el resto del país, que dejaron decenas de muertos. Más temprano el lunes, funcionarios dijeron que al menos 10 personas murieron en ataques alrededor de la capital iraquí, en los cuales el blanco eran agentes de policía y miembros del ejército. La mayor parte de la violencia fue provocada por hombres armados desde vehículos en movimiento, dijeron los funcionarios. Al menos 22 personas resultaron heridas en estos ataques. El primero ocurrió sobre las tres de mañana en el oeste de Bagdad cuando hombres armados abrieron fuego desde un vehículo contra una patrulla del ejército, matando a un soldado e hiriendo a otro, dijeron funcionarios iraquíes. Ese incidente fue seguido de al menos otros seis ataques. Aunque la mayoría fueron tiroteos realizados desde automóviles, una bomba al borde de la carretera en el oeste de Bagdad mató a dos civiles. Los funcionarios hablaron en condición de anonimato porque no están autorizados a hablar con los medios de comunicación. El ejército y agentes de policía se dispersaron alrededor de la ciudad tras los incidentes y se instalaron puestos de control adicionales en varios barrios de Bagdad.