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No sólo Corrientes tiene problemas para refinanciar sus pasivos. Chaco negociaba ayer en Capital Federal su acuerdo para unos $700 millones.

La pelea política entre el Gobierno y la oposición nacionales demora definiciones en torno a las reprogramación de las deudas provinciales que no sólo afectan a gobernadores radicales como el de Corrientes, sino que fuerzan a otros mandatarios con probada afinidad a la Casa Rosada a diferir sus acuerdos como ocurre con Jorge Capitanich de Chaco para mencionar un ejemplo.
Ambos gobernadores, cada uno por su lado, manifestaron su preocupación por la demora nacional en decidir la reprogramación de los vencimientos de las deudas provinciales para este año.
A la provincia de Corrientes le vencen este año más de $450 millones de deuda externa y tiene un problema de arrastre que le origina déficit ya que no pudo acordar las reprogramaciones de los dos años anteriores.
El Gobierno de Corrientes tiene dificultades para afrontar sus obligaciones y en los primeros meses del año sufrió recortes importantes, de unos $30 millones promedio entre enero y febrero, pero en marzo los descuentos llegaron a $90 millones, lo que motivó las sucesivas peregrinaciones de Ricardo Colombi y sus funcionarios del área de Hacienda para limar asperezas y consensuar números con el Gobierno nacional.
El Gobernador destacó durante el fin de semana que la conclusión de su nuevo viaje a Buenos Aires -estuvo en la capital del país prácticamente los días miércoles y jueves- no es del todo positiva, y el Mandatario la graficó de la siguiente manera: “El Muro de los Lamentos de la Nación parece aún más grande que el de las provincias, las relaciones son muy buenas, pero todos dicen que no hay dinero, espero que esto sea para todos por igual, pero bueno nosotros tenemos que seguir trabajando”. Y agregó: “La ayuda está demorada, para nosotros lo más importante es la refinanciación o diferimiento de nuestros vencimientos del año”.
Chaco no tuvo problemas en los dos años anteriores para acceder a la refinanciación de sus pasivos y evitar así los recortes a su coparticipación, Corrientes no tuvo la misma suerte, no accedió a los Programas de Asistencia Financiera 2008 y 2009, y ahora pese a que el nuevo Gobernador manifestó su respaldo a las políticas diseñadas por la Casa Rosada todavía no accede a la aprobación de la reprogramación de pasivos.
Ante la necesidad de contar cuanto antes con el Programa de Asistencia Financiera (PAF), el gobernador Jorge Capitanich ayer hizo nuevas gestiones ante el Gobierno nacional.
El Mandatario chaqueño busca acelerar las gestiones para cerrar cuanto antes el convenio de refinanciación.
Chaco busca reprogramar casi todo el capital, más de $700 millones, que vence este año, lo cual es de vital importancia para poder cerrar el año con superávit fiscal y afrontar el pago de la deuda flotante, sobre todo con los prestadores de la obra social provincial y la caja jubilatoria. Acuerdos locales que dependen del Congreso
Si la oposición logra sancionar leyes nacionales que limiten los recursos nacionales no habrá refinanciación de pasivos provinciales y las jurisdicciones perderían más de lo que ganarían si los PAF ya se hubieran acordado.
El rechazo al uso de las reservas del Banco Central y los cambios que se discuten a la forma de repartir el impuesto al cheque podrían desfinanciar a la caja del Estado Nacional que se vería en la obligación de recortar programas, entre ellos los PAF para 13 provincias argentinas.
Recientemente la Fundación Mediterránea publicó un informe donde detalló que en el caso de que se apruebe la reforma todas las jurisdicciones que tienen deudas abultadas no notarían la diferencia con la nueva coparticipación del Impuesto al Cheque que la oposición busca aprobar el Congreso.