• Fotos

Imprimir el articulo Enviar Nota a un amigo

Celebra el Papa un almuerzo con 46 cardenales, con motivo del quinto aniversario de su pontificado; asegura que no se siente solo y que la Iglesia "está herida y es pecadora", pero que "todavía" confía en el consuelo de Dios

  CIUDAD DEL VATICANO, abr. 19, 2010.- Benedicto XVI afirmó este lunes, ante un grupo de cardenales, que en estos momentos de "tormento" no se siente solo y que la Iglesia está "herida y es pecadora", pero que "todavía" confía en el consuelo de Dios.

El Papa hizo estas manifestaciones durante el almuerzo que le ofrecieron 46 cardenales con motivo del quinto aniversario de su pontificado, unas palabras consideradas una referencia implícita a los casos de curas pederastas que han sacudido a la Iglesia católica.

Ya este fin de semana durante su viaje a Malta dijo que la Iglesia "está herida por nuestros pecados", pero que Cristo ama a esa Iglesia y que su Evangelio es la verdadera fuerza que "purifica y sana".

"En este momento el Papa siente, con fuerza, que no está solo. Siente que tiene al lado a todo el colegio cardenalicio, que con él comparte tormentos y consuelo. Así lo ha dicho Benedicto XVI a los 46 cardenales que han compartido con él el almuerzo en el quinto aniversario de su elección como Pontífice", informa el vespertino vaticano "L"Osservatore Romano". El almuerzo con los cardenales es el único acto conmemorativo de esta jornada, fiesta en el Vaticano, a donde han llegado en los últimos días miles de felicitaciones para el Pontífice, tanto por este quinto aniversario como por su 83 cumpleaños el pasado día 16.

El almuerzo se celebró en la Sala Ducal del Palacio Apostólico y el decano del colegio cardenalicio, Angelo Sodano, fue, según fuentes vaticanas, el encargado de felicitar al Papa en nombre de todos los purpurados.

La celebración se produce un día después de la visita del Papa Malta, donde se reunió con ocho víctimas de curas pederastas a las que manifestó "su vergüenza y pesar" por lo que han sufrido y les dijo que la Iglesia "está haciendo y continuará haciendo" todo lo que lo posible para llevar ante la justicia a los responsables de los abusos.

También manifestó que la Iglesia está herida por "nuestros pecados, pero Cristo ama a esa Iglesia y su Evangelio es la verdadera fuerza que purifica y sana", frase con la que volvió a condenar los casos de sacerdotes pederastas en varios países, según confirmó el portavoz vaticano, Federico Lombardi.

El Pontífice volverá a viajar el próximo 2 de mayo, cuando se traslade a Turín (norte de Italia) para venerar la Sábana Santa, el lienzo en el que según la tradición cristiana fue envuelto el cadáver de Cristo y que se conserva en la catedral de la ciudad piamontesa.

Del 11 al 14 de mayo, Benedicto XVI viajará a Portugal, para visitar Lisboa, Fátima y Oporto.

En el santuario mariano de Fátima celebrará el 13 de mayo la festividad de la Virgen de Fátima, que trae a la memoria a la figura de Juan Pablo II, que aseguraba que salvó la vida en el atentado que sufrió el 13 de mayo de 1981 en la plaza de San Pedro del Vaticano a manos del terrorista turco Ali Agca gracias a la Virgen.

"Un mano disparó el proyectil y otra (la de la Virgen) desvió la trayectoria", aseguraba Juan Pablo II, que visitó el santuario luso en varias ocasiones y en su último viaje, en el año 2000 ordenó que se divulgara el llamado "Tercer secreto de Fátima", que se refería, según el Vaticano, al atentado que sufrió en la plaza vaticana.

En junio el Papa Ratzinger irá a Chipre, en septiembre al Reino Unido y en noviembre a Santiago de Compostela y Barcelona, en el que será su segundo viaje a España, a donde volverá en 2011 para presidir en Madrid la Jornada Mundial de la Juventud.

El cardenal alemán Joseph Ratzinger fue elegido el 265 sucesor del apóstol Pedro en la cuarta votación del primer cónclave del tercer milenio, comenzado el 18 de abril de 2005, tras la muerte de Juan Pablo II.

A las 17.50 horas del 19 de abril comenzó a salir humo blanco por la chimenea de la capilla Sixtina, la señal de que los 115 cardenales reunidos habían elegido nuevo Papa.

Pocos minutos después, Ratzinger se presentó ante los fieles como "un humilde trabajador de la viña del Señor" y dijo que adoptó el nombre en honor del Papa Benedicto XV, "un valiente profeta de la paz".