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La caída de los valores, más la sequía, las heladas, lluvias y plagas aceleraron el proceso de crisis en el sector. hace 29 años había 14.500 productores en la provincia. Sólo son 2.500 los que se dedican hoy a la actividad. Gran parte de la producción se realiza en los departamentos de Goya y Lavalle, además de San Roque, Bella Vista, Esquina y Curuzú Cuatiá.  

Sólo 2.500 productores tabacaleros de los 14.500 que existían en la década del 80 en la provincia, se mantienen en la actividad desde que el sector entró en crisis por la caída de precios y sucesivos embates climáticos.

12 mil dejaron de cultivar y de los que quedan, el 95% de ellos está en Goya, y el restante distribuido entre las localidades de San Roque, Lavalle, Esquina y Bella Vista.

El descenso más pronunciado en la lista se registra a partir de 2000, cuando además de la caída de precios, los cultivos comenzaron a padecer la sequía que se prolongó durante años y aún mantiene en emergencia al sector. Luego vinieron las heladas y el golpe de gracia lo dio el abundante caudal de lluvia a fin de 2009 que también propició el ataque de plagas.

Entre otros factores está el cambio de rubro, traslados o fallecimientos, pero desde los organismos tabacaleros predicen que el número podría reducirse aún más, si el clima no ayuda en las próximas campañas. Además, el 70% de los agricultores no son propietarios de la tierra, lo que achica las posibilidades de las posibles explotaciones familiares, como la siembra de maíz, tártago para combustible, mandioca, entre otras. Ante el registro de pérdidas millonarias, la nueva ley de condonación de deuda aprobada en la primera sesión ordinaria de la Cámara de Diputados, “renovó un poco el entusiasmo –dijo el presidente de la Cámara del Tabaco, Horacio Martín, en diálogo con La República– porque miles de productores ven en esta ley una esperanza por la crisis que atraviesan”, señaló. El beneficio alcanza a 7.900 productores distribuidos en Goya, Lavalle, San Roque y Santa Lucía.

El total de la deuda es de 38 millones de pesos, de los cuales cerca de 31 millones corresponden a los productores que se dedican al cultivo. El dinero proviene del sistema tabacalero, más precisamente del Fondo Especial del Tabaco (FET), que es administrado por el Ministerio de Agricultura de la Nación pero que “pertenece a cada productor”, por lo que la Provincia no aporta ni cobra ningún monto.