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Antonio Salido fue acusado por el fiscal Santiago Garay por el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público. El profesional derivó a Valeria Morales (20), quien tenía un embarazo en riesgo, a Mendoza sin haberla revisado y sin enfermero en la ambulancia. Allí tuvo el parto y el bebé nació muerto. Salido había sido suspendido por el ministro de Salud Carlos Behler.

El obstetra Antonio Salido fue imputado por el fiscal especial Santiago Garay por incumplimiento de los deberes de funcionario público. El magistrado argumentó su acusación porque el médico no atendió a Valeria Morales (20) que tenía un embarazo de riesgo y la derivó directamente a Mendoza. En el camino se hizo el parto y el bebé nació muerto.

La muerte del niño y el traslado de la parturienta sin asistencia profesional desnudaron la crisis en Salud que existe en la provincia y que se acentúa en departamentos como Lavalle. El titular de la cartera, Juan Carlos Behler, debió dar explicaciones ante los legisladores que lo citaron por el trágico hecho. Incluso, distintos sectores políticos percibieron que el funcionario estuvo con un pie fuera del Gobierno.

Ese es el costado político del caso, pero la triste historia de Valeria Morales, que fue enviada (sola) por Salido hacia el Lagomaggiore el 9 de septiembre, es más profunda que las embestidas gremiales con el Ejecutivo y las explicaciones que ofrecen sus funcionarios.

Sin embargo, las dimensiones de la tragedia hicieron que el fiscal de Delitos Complejos Santiago Garay tomara la investigación.

El magistrado entendió que Antonio Salido incumplió sus deberes al no haber revisado a la paciente y sin diagnóstico enviarla al Lagomaggiore. El ministro de Salud Belher lo suspendió preventivamente mientras se avanza en la investigación.