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La Cámara baja esta madrugada le dio media sanción al proyecto de ley que reestablece en el Código Penal la figura de infanticidio, y que propone atenuar las condenas para las mujeres que actúen bajo los efectos del puerperio. El proyecto contó con el apoyo de 170 legisladores. Hubo 29 votos en contra y 9 abstenciones.

La iniciativa tiene como antecedente el caso de la joven jujeña Romina Tejerina, quien fue condenada en junio de 2005 a 14 años de prisión por el asesinato de su hijo recién nacido, según ella, producto de una violación.

En el debate se notó un recorte transversal en varios de los bloques, donde el oficialismo respaldó un dictamen que fue de mayoría, el cual restablece la figura y dispone una condena de seis meses a tres años para "el infanticidio", es decir, "homicidio cometido por madre mientras dura su estado puerperal".

Desde su derogación, casos como el de Tejerina se consideran como homicidio agravado por el vínculo, lo que implica una pena de prisión perpetua, y de la única forma en que la Justicia puede dar una escala de penas de entre 8 y 25 años de cárcel es si se comprueba que hubo atenuantes.

En aquel dictamen, "el puerperio no puede extenderse más de 40 días y debe generar un estado de sicosis, parecida a la emoción violenta", para ser considerado como un atenuante, explicó la kirchnerista Diana Conti, al defender la iniciativa.

La propuesta toma en cuenta la zona cultural y social de la mujer que atraviesa esa situación, figura que fue eliminada del Código tras la reforma Blumberg, dado que -según los defensores de la norma- la mayoría de los episodios se registraron en el interior del país.

Como muestra de la división en los bloques que produjo el tema, mientras la diputada Fernanda Gil Lozano (Coalición Cívica), apoyó el dictamen de mayoría, su compañera de bloque Patricia Bullrich firmó un proyecto alternativo con las peronistas federales Natalia Gambaro y Gladys González, que tuvo el apoyo de la cobista Cynthia Hotton.

Bullrich cuestionó la propuesta de la mayoría y dijo que "plantea un auténtico permiso para matar". Reconoció, también, que "es verdad que el infanticidio existía pero en otras condiciones históricas", pero apuntó que sostuvo que "sin embargo, los tiempos han cambiado y esa propuesta significa volver es un retroceso en la autonomía de la mujer", sería "volver al concepto de una mujer sub-persona o subnormal", al establecer una salvedad para los casos de mujeres de extracciones sociales bajas.