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Desde la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana aseguraron que el consumo de píldoras para la disfunción eréctil es superior a lo que arrojan las cifras oficiales. Estiman que este incremento estuvo impulsado por los jóvenes que buscan "sexo químico"

El crecimiento en la venta de pastillas para la disfunción eréctil, como el Viagra, es un hecho que año tras año se hace más marcado en la Argentina. Mientras que los cálculos oficiales hablan de una comercialización de 45 comprimidos por minuto, desde la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana remarcaron que ésta es cercana a las 53 pastillas , informó el sitio web El Tribuno de Salta .

El conteo del Ministerio de Salud se basa en una entrada al país de 24 millones de píldoras por año, lo que equivale a una venta promedio de 65.753 diarias.
No obstante, Adrián Sapetti, presidente de esta asociación, calculó que los comprimidos que se compran anualmente trepan a 25 millones, a los que se le suman otros 3 millones que se consiguen en el "mercado negro". Esto lleva a una media de 76.712 dosis por día, o 53,2 por minuto.

Para el especialista, este incremento está impulsado fundamentalmente por las personas de entre 18 y 20 años que se sumaron a los clientes habituales, que se encuentran entre los 40 y los 50.

"Los jóvenes tienen miedo de fracasar en su primera cita. Se sienten muy exigidos y toman Viagra para ganar confianza y seguridad, porque saben que mejorará su rendimiento" , explicó Sapetti, quien llamó esta situación "sexo químico".

Esta tendencia fue corroborada por una encuesta de la Escuela de Farmacia de la Universidad Maimónides, en la que se comprobó que tres de cada diez compradores de drogas contra la disfunción eréctil son menores de 21 años. Esto representa un aumento de 50% en este grupo etario en los últimos tres años.

El relevamiento mostró también que los compradores más jóvenes consumen impulsados por la "eficacia" de la droga y las "facilidades" para obtenerla sin receta en discotecas, estaciones de servicio o a través de internet con envíos a domicilio.

En ese sentido, Sapetti alertó sobre los riesgos a la salud que acarrea consumir este medicamento sin prescripción médica, como el desarrollo de diabetes e hipertensión, además del peligro que constituye la compra fuera de una farmacia, con las altas chances de que la pastilla sea falsa o haya sido adulterada.

Finalmente, el experto recordó que la venta de este tipo de medicamentos crece cerca de un 18% anual desde la salida al mercado en 1998 de la marca Viagra.