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14/06/2010 | 17:12hs
INTERNACIONALES
Revólveres vs. plegarias: la ley de inmigración divide Arizona

Los conservadores del Tea Party la defienden y los latinos rezan para que se derogue. RAZZIA. UNA RECIENTE REDADA CONTRA HISPANOS EN PHOENIX, ARIZONA, LA LEY ENTRARA EN VIGENCIA A FIN DE JULIO.

Con un revólver Ruger Sb 11 en su cinto y un cartel que decía “Sí, se puede; Sí, podemos terminar con la inmigración ilegal”, en español y en inglés, Debbie McNicole, una enfermera, fue una de los cientos de activistas en una manifestación organizada el sábado por el Tea Party en la Plaza Wesley Bolen de Phoenix, Arizona, en apoyo a la controvertida ley antiinmigración aprobada recientemente en este estado. “La Ley dice que todos aquellos que no tienen documentos deben ser arrestados. Y yo estoy de acuerdo. La inmigración ilegal es un crimen que atenta contra nuestra Constitución. Portar armas en el Estado es legal”, explicó Mc Nicole. Al mismo tiempo, a 200 metros de la plaza, estaba Rosa Maria Soto, arrodillada frente a una estatua de la Virgen de la Guadalupe que había sido colocada sobre un pequeño altar contra la pared de la legislatura local. Tenía un rosario en su cuello. “Hemos venido a rezar”, explicó Solis a esta corresponsal. “Comenzamos esta vigilia el 23 de abril pasado para rogarle a la virgen que ilumine a nuestra gobernadora para que no firme la ley y ahora seguimos rezando para que Obama impida su aplicación. Quieren destruir nuestra comunidad. Terminar con nuestros derechos civiles y humanos por los que con tanto fervor lucharon Martin Luther King y César Chávez”. Debbie McNicole, una rubia de ojos claros, y Rosa María Soto, una morocha de tez oscura son el mejor ejemplo de la polarización creciente que ha provocado en Arizona la aprobación de la llamada 1070, una de las leyes antiinmigración más racistas de la historia de EE. UU. Es el revólver versus el rosario. El estado del desierto, los cactus y el Cañón del Colorado, tiene unos 6.000.000 de habitantes, de los cuales el 30% son hispanos y se calcula que hay unos 400.000 ilegales. La ex gobernadora Janet Napolitano, actual secretaria de Seguridad Interior de Obama, ya había comenzado a endurecer la lucha contra los inmigrantes ilegales. Pero nada fue tan lejos como la ley de la gobernadora republicana Jan Brewer el 29 de abril. La ley 1070 establece que la policía puede arrestar a un sospechoso por el color de su piel o porque habla español si no lleva los documentos que prueban si ingresó a EE.UU. legalmente. “Esta ley no hubiera existido sin la movilización del Tea Party” , dijo a Clarín Michael Bailey, un veterano de la Guerra del Golfo que estaba en la manifestación de la plaza. “Nos acusan de racistas. Pero lo único que estamos haciendo es defender los principios de la Constitución”, dijo. “Nadie entiende lo que nos está pasando con los inmigrantes ilegales. Pero es como si alguien entra en su casa sin que usted lo invite, se instala en el sillón de su living una noche, dos noches y luego, poco a poco, se queda y toma posesión de su casa. Llega un momento que hay que decir basta”, dijo Mike Koening, otros de los militantes del Tea Party. Es difícil medir cuánta influencia tuvo este grupo en la aprobación de la ley. Pero este movimiento populista ultraconservador, que nació de la lucha contra las políticas de Obama, ha radicalizado las posiciones en el Partido Republicano. “Esto es como en la época del Ku Klux Klan. Quieren terminar con nosotros, con nuestra cultura, hasta con nuestra religión. Uno de los principios del catolicismo es ‘Ayuda a tu prójimo como a ti mismo’. Pero si ahora ayudamos a nuestro prójimo, podemos terminar en la cárcel”, se queja Luis Porcini, otros de los hispanos que participó de la vigilia. Cuando entre en vigor el 29 de julio próximo, la ley afectará la vida no sólo de los indocumentados sino la de todos los habitantes de Arizona. A partir de ese día, transportar, proteger, dar alojamiento o comida a un ilegal queda prohibido. “¿Usted se imagina? Ahora tendremos que preguntar a nuestros vecinos si tienen papeles antes de invitarlos a cenar a casa. No podremos llevar a los amigos de nuestros hijos a la escuela a menos que tengan documento porque nos pueden acusar de contrabando de personas …¡es una locura, se lamentó Solis. Así la cosas, lo que ocurra en Arizona sentará precedentes. Leyes parecidas a la 1070 están por ser aprobadas en otros 18 estados.

FM 101.7 "Estudios V.C."