Lo autoriza a partir de los 16 años y hasta las 14 semanas de gestación.

José Luis Rodríguez Zapatero recibió ayer por la tarde la primera noticia positiva en mucho tiempo: el polémico proyecto de ley de "aborto libre", que es impulsado por su gobierno y que provocó fuertes rechazos entre los sectores más conservadores de la sociedad, fue aprobado en forma definitiva por el Senado español. Luego de más de un año de acaloradas discusiones entre el socialismo, que apuró la sanción de esta ley, y la oposición de derecha, encabezada por el Partido Popular (PP), la Cámara alta de España aprobó ayer la controvertida ley. La norma permite abortar a las adolescentes de entre 16 y 17 años, y habilita, además, la interrupción de embarazos de hasta 14 semanas. No obstante, la votación en el recinto legislativo reflejó la fuerte resistencia que produjo este proyecto desde su concepción, ya que fue aprobado por sólo seis votos de diferencia, con 132 votos a favor, 126 en contra y una abstención. Gracias al éxito legislativo cosechado por el gobierno, la ley pasará a ser publicada próximamente en el Boletín Oficial español y entrará en vigor a los cuatro meses exactos de su presentación. Por otra parte, la ley orgánica de salud sexual y reproductiva se aplicará sin ningún tipo de reformas respecto de sus contenidos originales, ya que en la primera sesión del Senado fueron rechazados tres vetos propuestos por partidos de la oposición; en la segunda resultaron ignoradas las 88 enmiendas sugeridas por esas fuerzas políticas a instancias de numerosas organizaciones antiabortistas. El único punto que el gobierno español debió negociar antes de su tratamiento legislativo fue la muy resistida norma que permitía a las jóvenes de 16 y 17 años abortar sin el consentimiento de sus padres. Este apartado debió ser reformado para que los votos del Partido Nacionalista Vasco (PNV), que resultarían definitorios en la primera reunión celebrada en la Cámara baja, finalmente respaldaran la iniciativa oficial. De esta manera, con la nueva ley las adolescentes mayores de 16 años deberán "informar" a, por lo menos, uno de sus padres acerca de su decisión de abortar. No obstante, el oficialista Partido Socialista Obrero Español (PSOE) consiguió en esta negociación una importante excepción a esta "obligación de informar", ya que las jóvenes menores de 18 años podrán ser eximidas de cumplir con este requisito si alegan "fundadamente" que continuar con su embarazo provocará "un conflicto grave manifestado o peligro cierto de violencia intrafamiliar, amenazas, coacciones, malos tratos, o se produzca una sensación de desarraigo o desamparo". La amplias posibilidades de interpretación y de puesta en práctica de esta excepción les hizo poner el grito en el cielo a las agrupaciones antiabortistas, que denunciaron un "gran negocio" detrás del énfasis puesto por el gobierno para la aprobación de esta propuesta que no figuraba en la plataforma electoral del PSOE de las últimas elecciones generales. Para la vocera del PP en el Senado, Carmen Dueñas, con la nueva ley el gobierno socialista quiere "imponer el aborto libre" a la sociedad española. Asimismo, la senadora conservadora acusó al Ejecutivo de "despreciar la voz de los ciudadanos", quienes "mayoritariamente rechazan" la ley, y de intentar "acabar con uno de los pilares de la sociedad española como es la familia". El pasado 18 de octubre, cientos de miles de personas respaldaron a las organizaciones antiabortistas y a la Iglesia Católica en una multitudinaria manifestación contra la nueva ley de aborto en Madrid. Desde que Zapatero asumió, leyes como la del matrimonio homosexual, la agilización del divorcio y ahora la del aborto han enturbiado la relación entre el Ejecutivo y la jerarquía eclesial.