El estudiante fue descubierto en el aula de la escuela por una empleada de limpieza con una cinta plástica pegada en la boca y amarrado a una silla. La docente declaró que el menor estaba “muy agitado conversando con sus compañeros”. Podría cumplir una pena de 2 años de prisión.
Una maestra de una escuela en la capital brasileña fue detenida por haber amordazado y amarrado a una silla con cinta plástica a un alumno de cinco años porque “estaba muy agitado conversando con sus compañeros”, declaró ante la policía. El menor fue descubierto en el aula por una empleada de limpieza de la escuela, quien de inmediato le informó a la directota del colegio Marcia de Souza, quien finalmente desató al niño. "Es absurdo, nunca tuvimos un caso semejante", dijo la agente policial Alessandra Figueiredo. Por su parte, la directora del colegio aseguró que "la profesora estaba muy arrepentida de lo que hizo y reconoció que se excedió", dijo De Souza. Y agregó que si bien el alumno tenía un “comportamiento difícil” e iba a ser enviado a un psicólogo por aparentes problemas de conducta, “nada justifica lo que pasó”, admitió. La maestra responderá ahora por los delitos de apremio ilegal, malos tratos y sometimiento de menor a situación vejatoria, por lo que podría ir a prisión por dos años.
